Adiós.

Entendí todo, Lucas me explico que había caido desmayada por el impacto que me causo ver a mi papá entrando en un ataque. Le pregunte si sabia que había pasado con mi papá pero el con un tono de voz bajo me dijo que no. La enfermera me dijo que ya podía levantarme de la camilla y me dio una aromatica, segun tenia entendido tenia las defensas muy bajas. Estaba en la sala de espera con Lucas esperando alguna informacion sobre mi papá, cuando el doctor Tellez se acerco a mi, tomo mi mano y me dijo.. "Ahora tendras un bonito angel que te cuidara desde el cielo.." caí tendida sobre el sofa. Puedo decir que lloré horas, dias, meses, pero en realidad fueron solo minutos. El pecho de Lucas era mi consuelo. No podia asimilar lo que acababa de pasar, me quede en silencio unos instantes mirando a Lucas y volví a romper en llanto. Ahora comprendo que gracias a Lucas.. estoy aquí, pero de eso hablaremos más adelante.
A las 11 de la noche, hora en la que salimos del hospital Lucas me dijo que fuéramos a un lugar.. más dinámico, con más energía, creo que yo ya sabia de que hablaba el.. pero yo solo pensaba que el quería subir mis ánimos en ese momento. El lugar era grande, fino y muy elegante. Todavía no entiendo como nos dejaron entrar allí.. nos sentamos y su brazo rodeo mi cintura, yo me recosté en su pecho y me quede observándolo.. las palabras de mi boca no podían salir, no podía dejar de observarlo. Por un momento se me había olvidado que había perdido a mi padre, sentí que los colores subieron a mis mejillas cuando el empezó a acariciar mis labios. Sentía su respiracion cada vez más cerca.. y sucedió... Sí, el primer y mejor beso que alguien pudiera recibir..  cuando separamos nuestros labios el me miro y me dijo "Todo estará bien, ya lo veras." Ustedes no saben cuanto daría por repetir esos momentos..
Pedimos unas cervezas y yo volví a llorar, lloré y lloré y lloré. Cuando las imágenes se empezaban a distorsionar le pedí a Lucas que nos fuéramos ya, no estaba de muchos ánimos como para estar en un lugar donde había tanta gente, solo quería estar con él. Bajamos del taxi, me beso ambas mejillas y me deseo buenas noches. Prometió que nos veríamos al día siguiente.
Como hace dos noches, entre a mi casa y me tendí a llorar sobre mi cama, el reloj marcaba las dos de la madrugada y me percate de la ausencia de mi mamá. No había llegado, y la verdad no me preocupaba mucho donde estuviera, solo temía que le fuera a pasar lo mismo de mi padre.
Me quede dormida pensando en que había sido el fin de semana más raro de todos, gracias a Dios al otro día no tenia que ir a estudiar, lunes festivo.

AMABA LOS ABRAZOS DE LUCAS.

Veintiocho de septiembre.

Regrese al parque de siempre, saque uno de los cigarrillos de la cajetilla y me quede observándolo por unos segundos. Acto seguido: cojí el encendedor, me puse el cigarrillo en la boca y encendí el fuego. Aspire profundo..y lo único en lo que pensaba era en mi papá. Después de tres cigarros pensé que ir a visitar a mi papá al hospital seria lo mejor, tenia claro que en cualquier momento se podía ir. No me podía dar el lujo de irme en un taxi, a duras penas si tenia mil pesos en el bolsillo. Camine hacia la Autopista y espere aproximadamente cuarenta minutos a que pasara el bus que me iba a llevar. Creo que dormí veinte minutos en el bus hasta que la señora que iba a mi lado me movió suavemente el hombro y con una dulce voz dijo que tuviera cuidado con las personas del bus y que estuviera pendiente del lugar donde me tenia que bajar porque ya estaba oscureciendo. Observé mi celular y ya eran las 6:30 de la tarde. Cinco minutos después baje del bus y la puerta de madera del hospital hacia frente a mi.Respire profundo, agarre mi cabello en un moño y entre. La señorita de la recepción me atendió con amabilidad y le pidió el favor a una de las enfermeras que me llevara a la habitación de mi padre. Gire la perilla de la habitación y entré. Mi papá estaba inconsciente, apenas si podía mover los dedos. Me acerque a la cama y los ojos se me llenaron de lagrimas, trate de contenerlas pues en caso de que abriera los ojos no quería que me viera así. La media hora que me quede esperando a que mi papá diera alguna señal, fue eterna y no paso nada. Mi silencio lo interrumpió el timbre de mi celular, se me escapo una sonrisa al ver que el numero que llamaba era el de Lucas. Salí de la habitación con cuidado y contesté."Hola." dije yo, "Quería saber donde estabas, pasé a buscarte a tu casa y todas las luces estaban apagadas, se me hizo raro que a las siete de la noche estuvieras fuera.." dijo el preocupado, a lo que yo respondí "Esta mañana recibí una llamada a mi celular, .. y para resumirte estoy en el hospital, mi padre tuvo un accidente por conducir en estado de embriagues" lo siguiente fue un silencio incomodo pues el no sabia que decir, lo ultimo que me dijo se resume a "¿En que hospital estas?" y "Ya voy para allá". Entre a la habitación de nuevo y me senté en el sofá, intente dormir, esperaba que lo que me despertara fuera la voz de Lucas, pero fue el monitor que controlaba los signos vitales de mi padre.. no entendía que estaba pasando pero después de un momento entendí que mi papá estaba sufriendo un paro respiratorio. Empecé a gritar por todo el pasillo y tanto Lucas como las enfermeras corrieron a mi encuentro. Caí en los brazos de Lucas y ... unas horas después desperte en una camilla del hospital. Estaba bastante confundida.

¿Cigarette? Yes, thanks.

Esa mañana me desperté muy temprano, baje a la cocina, abrí la nevera y como siempre.. no había nada de comer, y ¿adivinen que? mis papas no estaban, como raro. Decidí bañarme, vestirme, (mi vestido de flores era hermoso) y salir a la tienda a comprar algo de comer, por suerte no había muerto de hambre. Llegue a la tienda, y pedí un yogourt de fresa con un pan de mantequilla, por cierto mi favorito, mientras me empacaban mi pedido observe varias cajetillas de cigarrillos encima del estante, por mi mente paso "debería..." pero no, tome mi pedido, pague y me fui a casa.
Mientras subía a mi habitación con lo que había comprado me puse a pensar que tal vez los cigarrillos serian una buena forma de despejar la mente, pero en ese mismo instante también se me cruzo por la mente esas imágenes de los pulmones podridos que en la escuela me habían mostrado, .. pero pensé, "uno o dos no me harían daño.."  agrego a esta parte de la historia que fue la peor desicion que pude haber tomado. Retomando la historia, espero que recuerden al chico que tanto me gustaba, Lucas, pensar en los cigarrillos también me hacia pensar en el, el día paso como cualquier otro, estuve un rato en el computador y después me quede dormida mirando una película, y.. como raro no sabia NADA DE MIS PAPAS.

El domingo en la mañana lo que me despertó no fue exactamente los ladridos del perro de la casa de al lado, era mi celular que mostraba la llamada de un numero desconocido, conteste todavía medio dormida y lo único que escuche fue "tu papa tuvo un grave accidente de transito","tenia sobredosis de alcohol y..." en ese momento se me callo el celular de las manos y llore como jamas lo había hecho. Al sentir tanta descepcion decidí salir de mi casa, y volví a la tienda de siempre, pero esta vez no compre algo de comer, compre una cajetilla de cigarrillos, resulta ser que en lo que menos creia encontré la calma.

Malditos veintiseis.

Me baje del taxi, y me diriji a la puerta de mi casa, lo primero que pensé en ese momento fue, "Mis papas me van a matar", todas las luces de mi casa estaban apagadas, subí al segundo piso, entre al cuarto de mis papas y los dos estaban acostados en la cama con una botella vacía de licor al lado. Apenas los vi, la rabia me consumió, y me ataque a llorar. Mi padre al escuchar mi escándalo, se despertó me cojio del brazo, y me grito, "¡VALERIA!, ¿¡CUAL ES EL ESCÁNDALO!?", y yo en un tono bajo de voz, me voltee, y le dije, "No sucedió nada, ve y sigues durmiendo,que puedo terminar de pasar mi cumpleaños sola, como siempre", y sonreí sarcásticamente. Seguí sin detenerme hacia mi cuarto,pero otra vez alguien interrumpió mi camino, era mi mamá que con un tono de pena me dijo "Vale.. perdón por no haber estado contigo hoy, tu padre y yo tuvimos una reunio.." y antes de que terminara, la interrumpí, y le dije, "No te preocupes, ya estoy acostumbrada, ¿pero sabes que es lo raro? que cada veintises de septiembre de todos los años, tú y papá tengan algo que hacer." pero mamá no lo tolero, y empezó a gritarme, "TODO LO QUE TÚ  PAPÁ Y YO HACEMOS ES POR TÚ BIEN, PERO TÚ NO LO VALORAS", empezó a decir ella, yo no le decía nada, pero en un momento me dio tanta ira que le grite, "PÚES SI DEJARME SOLA CADA MOMENTO QUE LOS NECESITO ES POR MI BIEN, PREFERIRÍA NO TENERLOS A USTEDES COMO PAPAS." Ella me miro a los ojos, y empezó a llorar, lo único que mencione fue, "Buenas noches", me diriji a mi habitación y como era de costumbre, cada año me tomaba una foto sonriendo para creer aunque fuera mentira, que todo esta bien, a y que claro, yo era feliz.
Me acosté a dormir, y en mi mente solo pensaba, MALDITOS VEINTISÉIS.

Y, ¿Quién dijo que cumplir quince años sería fácil?

Nací el veintiséis de septiembre del año 1995 en una familia muy devota a Dios, mi papa un señor serio y malgeniado, y mi mama una mujer perfeccionista y ordenada. ¿Hermanos? No, desgraciadamente no, soy hija única.

Normalmente a nuestra edad lo único que buscamos es compañía. El día comenzó como otro cualquiera, me desperté a las cinco y media de la mañana, me metí a bañar, alise mi cabello y me puse mi uniforme, le dije, “adiós mama,”  tome mi vaso de leche y me fui a estudiar.

El colegio era como cualquier otro, aburrido; y lo único que me  daban ganas de hacer allí era dormir. Mi amiga, bueno mi mejor amiga, (y la única que tenía) llego esa mañana, se abalanzo sobre mí y me dio un fuerte abrazo, “Feliz cumpleaños Vale! Te quiero mucho” eso fue lo que dijo Natalia, solo se me hizo una pequeña sonrisa en el rostro, la mire a los ojos y con una voz dulce le dije, “Gracias Naty.”

Biología, matemáticas e inglés eran las clases de ese día, (lo recuerdo como si fuera ayer), Salí del colegio a las tres de la tarde como usualmente lo hacía, fui a la estación del bus, y me fui a casa. Al llegar vi que mi mama no estaba, y mi papa como siempre estaba trabajando… Mi único pensamiento fue,  como siempre otro cumpleaños que se les olvido. Fui a la cocina, tome unas galletas y me fui al cuarto, cuando desperté ya eran más de las ocho de la noche.

Mis padres no aparecían, así que no lo pensé dos veces y salí de mi casa sin más que dos mil pesos en el bolsillo. Llegue a un parque lleno de gente y automáticamente reconocí a Lucas, mí vecino, el chico que siempre me había gustado.. Estaba sentado en una silla con todos sus amigos, el a diferencia mía era una persona muy sociable y extrovertido.

Mi piel se erizó completamente, tenía las manos heladas, y mi única reacción fue voltear la cara, y ahí estaba el, con esa sonrisa perfecta y esos ojos negros que tanto me gustaban. “Te asustaste?” Me pregunto el, y yo con las mejillas coloradas en un tono bajo de voz le dije, “N..o”.

“Vale, deduzco gracias a Facebook que hoy cumples años, y si es así …” (el tomo mi mano y me dio un fuerte abrazo, después de esto dijo), “FELIZ CUMPLEAÑOS”,  para ese momento ya eran las 8,30 y mis padres no llegaban, así que le hice caso a Lucas y me fui con él y  con sus amigos. Lucas de diecisiete años podía entrar a algunos bares, así que con él me fue fácil entrar, entramos unos ocho personas aproximadamente y nos sentamos en una mesa, sus amigos compraron licor y empezaron a beber, Lucas me ofreció, y yo le dije tímidamente que nunca había bebido, así que bueno, lo único que el menciono fue, para todo hay una primera vez, y así fue, entre un trago y el otro ya habíamos terminado con dos botellas, y entonces trajeron los cigarrillos.

Lucas fumaba mucho, ya lo había visto en varias ocasiones haciéndolo, y a sus amigos también, pero así como yo nunca había bebido, tampoco había fumado. Lucas me tomo del brazo y me dijo “Mira, solo aspira fuerte y después bota el humo, es sencillo”, así que tome el cigarrillo e hice lo que el me dijo, mareo, dolor de garganta, y mucha toz fue lo que sentí en ese momento, después de varios intentos lo logre hacer y me gusto.

Mi celular no tenía llamadas perdidas, ni mensajes, pero eran las doce de la madrugada y decidí volver a casa, Lucas no quería que yo me fuera, le di un beso en la mejilla y le dije en el odio que lo quería mucho. Salí del lugar, cogí un taxi, me fui de regreso a casa.